La nueva central obrera, denominada CGT de los Argentinos, consideró fundamental contar con un medio de comunicación y por eso nació el Semanario CGT. Se publicó entre el 1º de mayo de 1968 y febrero de 1970, llegó a editar 55 números. Tenía como editores responsables a Raimundo Ongaro y Ricardo de Luca, como director a Rodolfo Walsh y además contó con la anónima colaboración de periodistas, artistas, profesionales y “corresponsales populares”. No constituyó solamente un difusor de las ideas de la CGTA, fue además un arma de lucha y enseñanza con objetivos formativos y organizativos. Salvo los últimos cuatro números, que fueron editados en la clandestinidad y, por lo tanto, distribuidos también clandestinamente, el resto se vendía en los kioscos y se distribuía en las filiales de los sindicatos adheridos, taller por taller y mano en mano.