El objeto de la psicología es el psiquismo humano, o mejor —para evitar este término que encierra cierto aspecto oscuro y esotérico— la personalidad humana entendida como una integración unitaria de todas sus instancias. Y la personalidad se aprehende, retomando una feliz expresión de Pierre Janet, a través de sus conductas. El hecho psicológico, en tanto que implique el esquema de las relaciones que estudia el psicólogo, es la conducta.