En lo que va de este siglo se persevera, cada vez con mayor énfasis, en la dilucidación del arduo problema que es el ente humano y, particularmente, al intentar elaborar una. teoría del hombre abierta a todas las direcciones que puedan proveer la mayor coherencia a ese respecto, advertimos que los limites trazados por una visión excesivamente limitada en torno al contenido y fines de la Psicología, pierden una buena parte de la rigidez manifiesta al instituirla como ciencia autónoma e independiente.