Durante el año de implementación del proyecto sin duda el aspecto más relevante ha sido el proceso educativo con el grupo de niños, niñas y adolescentes de la Casa Belén que participaron sistemáticamente de las actividades. Esto supuso también una transformación de la Casa como espacio que se resignificó para ellos y para los adultos referentes. Este proceso además fue intensamente formativo para todos los participantes, extensionistas y adultos del barrio. Para apropiarse de nuevas herramientas y también para revisar los obstáculos y repensar formas de abordaje. Aún cuando esos problemas revisten mucha complejidad (alfabetización, trayectorias escolares, contextos de alta vulneración de derechos) fue posible reflexionar sobre ellos de otras maneras y vislumbrar posibles alternativas pedagógicas.