Las tecnologías limpias son propias del nuevo milenio e implican el desarrollo de aquéllas que protejan al medio ambiente en toda la cadena de producción, eliminando la generación de agentes contaminantes desde la obtención de las materias primas hasta el envasado y transporte del producto final. Con este fin, el sector tecnológico ha invertido un enorme esfuerzo para aumentar la productividad y reducir el costo de las empresas mediante: 1) el tratamiento de los efluentes; 2) el uso de un sistema soporte para la sustitución de materias primas; 3) una mejora en los procesos de producción buscando minimizar la incidencia de los poluentes; 4) la reducción de los rechazos generados; 5) el reciclado, que involucra el diseño industrial de productos que respeten el medio ambiente; y por fin, 6) la concentración de esfuerzos para transformar las áreas industriales en regiones ambientalmente favorables.