Los hospitales se caracterizan por ser complejos administrativos donde se prestan múltiples servicios médicos y asistenciales de diferente complejidad, requiriendo de una elevada demanda de energía, con suministros energéticos que deben ser estables e ininterrumpibles las 24 horas los 365 días del año. El principal consumo energético de un hospital se da generalmente en las instalaciones de acondicionamiento de aire, específicamente en la ventilación y climatización, debido al estricto control del aire y a las condiciones de climatización específicas para controlar la propagación de enfermedades.
A partir de realizar un diagnóstico energético al pabellón de Alta Complejidad del HIGA San Martín de la ciudad de La Plata, se estimó que el consumo energético del sistema de climatización es del 65% de la energía anual consumida. También se identificaron posibilidades de mejora de costo nulo, costo bajo y con inversión para el uso racional y eficiente de la energía. Particularmente, las medidas que requieren inversión se analizaron desde los aspectos técnicos, energéticos, económicos y ambientales.
De la evaluación del reemplazo del cerramiento actual por doble vidrio hermético (DVH) se concluyó que es posible alcanzar una reducción de hasta 35% del consumo anual de electricidad y hasta 37% del consumo anual de gas natural. Esto se traduce en un ahorro económico estimado de $930.000 anuales (valores estimados a mayo de 2017), con un período de recupero simple menor a 3 años. Significando conjuntamente una reducción de 210 toneladas/año de CO2 liberados al medio ambiente.
Además, se analizó la influencia que tiene en el sistema de refrigeración el reemplazo de luminarias fluorescente e incandescente por tecnología LED. Se arribó a que es factible una disminución del 26% del consumo de energía eléctrica, recuperando la inversión en un período de 2 meses y permitiendo evitar la emisión 107 toneladas/año de CO2.