Los trabajos del vienés M. Freud, han sido el punto de partida de un estudio particular que se titula El psico-análisis, y que tiene el propósito de reemplazar en muchos puntos á los antiguos estudios psicológicos y psiquiatras. Los discípulos de esa escuela nos presentan dichos estudios como un punto de vista nuevo, como una revolución en la ciencia psicológica. No puedo tratar de exponer aquí esos nuevos estudios, en extremo numerosos y variados; por otra parte, son conocidos de la mayoría de los miembros de este Congreso y van á ser tratados aquí mismo por el segundo informante de ese asunto, M. Jung, quien es uno de los más brillantes defensores de esas doctrinas. No puedo tampoco tener la pretensión de abarcar aquí la discusión completa del psico-análisis, que comprende no sólo las diversas fases de la psicología y de la psiquiatría, sino que aborda resueltamente todos los problemas de la gramática, de la lingüística, de la literatura, de las artes, de las religiones; me siento muy débil, me declaro incapaz para seguir la discusión desde tan diversos puntos de mira. Me propongo un objetivo más modesto, mucho más modesto: quiero tan solo buscar, en algunos puntos determinados, lo que hay de característico y de nuevo en dichos estudios para que así se encuentren, los miembros del Congreso, en condiciones de discutirlos y de elegir—con conocimiento de causa — entre la antigua psicología y la nueva.