La experiencia de la que voy a hablar, ocurrió en el ámbito académico de la facultad, en condición de adscripto, en clase de la cátedra de Tango de la F.B.A. (UNLP). El contenido a abordar era Tango Canción y los alumnos tenían que trabajar dicha temática a partir de la producción de un arreglo musical en grupos. Particularmente, mi función allí consistió en ayudar a los alumnos cantantes, orientándolos en cuanto a lo que significa interpretar un Tango. Cada grupo escogió un tango diferente, entre las posibilidades que ofrecieron los docentes, para realizar su arreglo musical, (había cinco posibilidades de tangos para elegir), aunque la cantidad de grupos que se armaron fue mayor a la cantidad de opciones que había en el repertorio para seleccionar, de modo que, un par de estos repitieron la elección de sus tangos. Casualmente, esos dos grupos que coincidieron en la elección de su tango para trabajar sus arreglos, fueron a los que les tocó trabajar conmigo. Ambos conjuntos eligieron el tango “Che, Bandoneón” de Aníbal Troilo y Homero Manzi. La instancia de preparación y desarrollo de los arreglos de cada grupo se llevó a cabo en el marco de cuatro clases prácticas. A lo largo de dichas instancias fui segmentando el trabajo con los cantantes, a modo de trabajar de manera más organizada y ordenada con cada uno de ellos, por medio de diferentes pasos y ejercitaciones.