Actualmente, cada vez más empresas están adoptando microservicios para modernizar sus productos y tomar ventaja de sus prometedores beneficios como: agilidad, escalabilidad e integración continua, entre otros. Por un lado, los sistemas basados en microservicios presentan una arquitectura flexible y con alta capacidad de evolución. Sin embargo, por otro lado, hay desafíos técnicos (por ej. automatización de la infraestructura y debugging distribuido) y organizacionales (por ej. creación de equipos de trabajos cross-functional) que necesitan ser abordados. Lamentablemente, migrar una arquitectura orientada a microservicios no es una tarea simple. En este proceso, los servicios pueden escalar más eficientemente y los ciclos de entregas se acortan debido al continuo despliegue. Normalmente, estas decisiones de diseño quedan sujetas a la intuición de desarrolladores y/o arquitectos, pero carecen de un análisis sistemático que les facilite la evaluación de alternativas y toma de decisiones. En este contexto, las técnicas de machine learning podrían contribuir a facilitar la exploración de diferentes alternativas de descomposición de arquitecturas de software en microservicios.