La pandemia del coronavirus va a obligar a modificar buena parte de las costumbres y prácticas culturales arraigadas en las sociedades occidentales y también va a generar cambios profundos a nivel internacional. A diferencia de los centros de pensamiento liberales que consideran que la crisis del COVID-19 puede servir para relanzar al declinante orden mundial liberal, en el siguiente artículo se plantea que la “nueva normalidad” sólo contribuye a acentuar las tendencias soberanistas ya imperantes y a fortalecer el conflicto en un sistema internacional caótico y regido por la lógica de “suma cero”. En este contexto, es imprescindible que los países de la región sudamericana dejen a un lado sus diferencias ideológicas y establezcan algún tipo de consenso político mínimo con el fin de preservar sus márgenes de autonomía e intentar sacar provecho de las oportunidades que brinda un orden mundial en “transición”.