Las pinturas anticorrosivas son parte de los esquemas protectores destinados a prolongar la vida útil de las piezas metálicas. La protección se logra a través de dos efectos: el “efecto barrera” donde la película retarda la penetración de agua, oxígeno y electrolitos hacia la interfase metal-pintura y el “efecto inhibidor” asociado a la incorporación de pigmentos que contienen inhibidores adecuados. La legislación mundial actual exige la utilización de inhibidores amigables con el medioambiente y en ese sentido, en este trabajo se presenta una zeolita de origen natural intercambiada con dos cationes de metales de transición interna (Lantano y Praseodimio) como inhibidores de corrosión metálica para reemplazar al fosfato de zinc y compuestos relacionados.