La fase inicial del proyecto de la catedral es en 1881, año en el que la ciudad de La Plata se proyecta como la nueva capital de la Provincia de Buenos Aires. Es en ese año que se ejecuta el llamado a “concurso de los edificios públicos de la nueva capital”. Comprendida como práctica arquitectónica, la Catedral de La Plata es parte de una red compleja y dinámica de larga duración Es compleja porque en esta red se relacionan aspectos sociales, políticos y culturales que incluyen al Estado, la Iglesia, los técnicos y la sociedad.
Es dinámica porque en su grado de complejidad posee la capacidad de manejar múltiples variables coordinadas a través de un proceso de actualización según diferenciaciones. Esta cualidad dinámica debe siempre comprenderse en su larga duración, su condición cambiante es sólo perceptible desde su longitud temporal. De acuerdo con una noción de proceso acumulativo variable y múltiple, el edificio explicita un entendimiento del proyecto como una complejidad que involucra el diseño, la materialización, las modificaciones y las performances que intervienen en la conformación del edificio. En orden de iniciar el proceso de re-ensamblaje se deben tener en cuenta las distintas diferenciaciones como grados de actualización del proyecto. Estas diferenciaciones se determinan temporalmente: La comisión para el concurso internacional de Edificios Públicos y el Departamento de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires (1881-1885), la piedra fundamental y el inicio de las obras (1884-1903), la capilla de corta duración (1903-1932), la celebración (1932- 1937), la cripta y las primeras actualizaciones (1937-1946); el museo, las torres y el ascensor (1992-1999).