La aportación argentina al estudio de la épica y el romancero españoles ya era impresionante en los últimos veinte años: ocho artículos de Germán Orduna publicados entre 1987 y 2001 (dos de ellos recogidos en Orduna 2005), el Romancero tradicional argentino de Gloria Chicote (2002), y la espléndida e innovadora edición de las Mocedades de Rodrigo realizada por Leonardo Funes con Felipe Tenenbaum (2004). Ahora dicha aportación se aumenta notablemente, con la casi simultánea publicación de este tomo especial de Olivar y de la edición y traducción del Poema de Mio Cid por Funes (2007). Este tomo es uno de muchos motivados por dos centenarios: los 900 años de la muerte del Cid y, sólo ocho años después, los 800 años del primer manuscrito conocido (aunque perdido desde hace siglos) del Cantar de Mio Cid.