En primer lugar, me interesa señalar esa particularidad del libro de José Amícola. Es un escrito que de una manera lúcida toma a las figuras de Virginia Woolf, Simone de Beauvoir y Victoria Ocampo, y las ve no simplemente en sus relaciones (o no relaciones) personales, sino participando o liderando formaciones culturales que también se deben poner en diálogo, en una consideración que toma en cuenta tanto las disputas y tensiones en los ámbitos locales, como los “vasos comunicantes” (Amícola, 2019, p. 14) que se dan entre esas comunidades interpretativas, con sus inclusiones y exclusiones. Fundamentalmente, en tanto detrás de la anécdota de tal o cual episodio, de una carta dirigida de una a la otra, o de una visita, siempre se trasluce o se señala explícitamente el modo en que estas relaciones están atravesadas por la marca de lo geopolítico, de las nociones de centro y periferia y de desigualdades en cuanto al lugar de enunciación de cada quien.