“La ciudad sin infancia” es un ensayo que, desplazándose entre los límites del documental y la ficción, intenta recrear un mundo alterno que se discurre en lo cotidiano frente a nosotros sin ser percibido. Este busca ser una reflexión sobre las “sociedades de disciplina, control e información”. Mediante un montaje que se evidencia y no se enmascara -propio del formalismo ruso- busca a un espectador que interpele a la obra de forma constante. En pocas palabras esta obra intenta ser un espacio abierto al pensamiento y la reflexión.