El gobierno de Jair Bolsonaro significó un cambio para la política exterior de Brasil. La estructura de toma de decisiones pasó a dividirse en dos grandes sectores: uno ideológico, inclinado hacia Washington; y otro pragmático, que privilegia la defensa de los intereses nacionales. Esta división puede relacionarse, a su vez, con la disputa geopolítica entre Estados Unidos y China. De este modo, Brasil debe decidir entre su principal aliado o su socio comercial, siendo que ambas vinculaciones son excluyentes, imposibilitando la conformación de un relacionamiento triangular. Ello lo demuestra el caso de la multinacional Huawei, la cual busca brindar sus servicios de 5G en el país latinoamericano, frente a la mirada amenazante de Washington, causando indecisión en el gobierno brasileño.