¿Existe en estos tiempos, de fuerte incertidumbre y pandemia, un retorno de la historia a partir de la emergencia de crispaciones identitarias, lo que algunos analistas han calificado como una suerte de reinvención del nacionalismo? El proceso de mundialización que afecta a todos los seres vivientes de nuestro planeta genera reacciones diversas, a veces inesperadas y sorprendentes, mundialización a la que muchos -como Francis Fukuyama- vieron como el fin de la historia o el nivel más elevado, el último, que podían alcanzar las relaciones internacionales, si bien este mismo autor hoy relativiza sus apreciaciones como veremos más adelante.
Procesos similares también aparecieron a lo largo de los tiempos siendo observados que en su momento como el punto más elevado, político, social y económico al que la humanidad podía acceder: fin de la historia, mundo terminado, clausura del movimiento y del conflicto. El descubrimiento de América en 1492, la extensión global del Imperio Británico durante la segunda mitad del siglo XIX, la imposición de las ideas positivistas a fines del siglo XVIII e inicios del siglo XIX como consecuencia de la revolución industrial, el marxismo, marcaron hitos no sólo desde un abordaje geográfico o económico-político, cada uno de estos momentos también venía acompañado por una importante carga ideológica. En la mayoría de los casos, las ideas que sustentaron estos cambios trascendentes se apoyaban en una suerte de fundamentalismo frente al cual no había otra salida que someterse so pena de aislarse y quedar al margen de los grandes escenarios mundiales.
La mundialización ha llegado para quedarse según algunos analistas, otros la observan en franco retroceso ante el avance de fuerzas centrípetas que actúan sobre ella. Lord Keynes afirmaba que en el largo plazo estamos todos muertos. Sin embargo, una visión dogmática y cerrada ha impedido e impide ver y comprender las fuerzas contrarias por ella desatadas y que en la actualidad conforman novedosos escenarios, tales como el renacimiento y actualización de antiguas disputas, otorgándole al sistema mundo un contexto de creciente incertidumbre.