En la historia del proceso económico mundial ha habido un único cambio estructural que ha modificado la posición de quien es el líder en la cadena de producción económica: el poderío económico mundial pasó de manos de Inglaterra, que lo ostento desde finales del siglo XVIII con el desarrollo de la primera revolución industrial, a manos de Estados Unidos a partir de finales del siglo XIX y principios del XX. Se habla de ese primerísimo y único cambio estructural ya que el conjunto de los países de industrialización tardía (PIT por sus siglas), Japón, Corea del Sur, Taiwán, Brasil, México, India, y Turquía, evolucionaron y se industrializaron tomando en préstamo y aprendiendo la tecnología de innovación ya creada y puesta en práctica por los países del centro (Estados Unidos, Alemania, e Inglaterra). Este proceso que vivieron los países de industrialización tardía, se dio a partir de la II guerra mundial, y aun, siendo un bloque emergente, no tuvieron la capacidad de convertirse en un polo de innovación tecnológico.