El problema que aquí se aborda, anunciado ya por el título, es el del papel de la iglesia como mediadora en la campaña bonaerense durante el periodo colonial tardío. Para ello se observan los modos en que organizó sus variadas intervenciones, las formas en que se construía su capital material e inmaterial, los elementos que se conjugaban en la construcción y consolidación de su legitimidad política, los instrumentos, prácticas o instituciones de las que se valió y las respuestas de la población –creativas, adaptativas, indiferentes- frente a estas acciones. En este contexto es definida como central la figura del párroco, ya que cumple funciones de articulación social entre la ciudad y la campaña.