El software libre es un movimiento creativo y audaz, es un movimiento de resistencia. En sus luchas, tensiones o negociaciones con el software propietario, los protagonistas del software libre emprenden incesantes búsquedas y experimentaciones. De esta manera, estamos frente a un movimiento social que ensaya alternativas desde planteamientos técnicos y éticos que trascienden el campo de la informática y llegan a poner en cuestión los fundamentos mismos de la sociedad en la que vivimos.