Sin dudas, "Escenas de los 80" (2003 – 2004) y "Perder la forma humana" (2014) son dos muestras que han sido pensadas para desligarse de los cánones modernos en rigor de una museografía crítica que invita al diálogo plural, a la reflexión y al usufructo colectivo en pos de visibilizar aquellas prácticas artísticas del undergruond de la década del ochenta, que sólo podían conocerse hasta el momento gracias al trabajo de archivo. Con el propósito de retrotraer el clima de dichos años, todo el recorrido está atravesado por la heterogeneidad de actividades, de las técnicas y de los materiales tan característicos de las manifestaciones artísticas época y por el tema disparador que vincula a ambas muestras: cómo los gobiernos de facto de principios de los años setenta y fines de los años ochenta influyeron en las prácticas artísticas y culturales y cuál fue el impacto de estas ultimas en los sectores populares. Los catálogos de ambas exposiciones son el eje rector de todo este trabajo, para estudiar, analizar, descomponer y comparar los relatos propuestos sobre la década de 1980 en cada uno de ellos.