El autor se propone mostrar los límites de la ontología tal como fue entendida por los griegos y por la tradición occidental que siguió fiel a ellos. Sin embargo, no sólo se trata de una mera crítica, sino que –a partir de autores como Henry y Levinas- hace una propuesta propia a la par que señala las diferencias entre ambos autores y sus dificultades. En ese sentido, a pesar de las coincidencias, los autores mencionados presentan no sólo diferencias de matices, sino franca oposición en algunos ítems.