Respecto a los moluscos, muchas especies poseen importancia biomédica, ya que actúan como vectores (hospedadores intermediarios: HI) de parásitos que se transmiten al hombre y constituyen uno de los principales agentes vectores de zoonosis. Entre las acciones necesarias de abordar, es imprescindible inicialmente desarrollar una base de datos que permita establecer programas de monitoreo locales, determinar los grupos de especies de importancia biomédica (humana y veterinaria) y que contribuya al conocimiento de la biodiversidad, del estatus de la fauna regional y permita identificar hábitats y especies amenazadas. La información generada es fundamental al momento de planificar y desarrollar estrategias de control epidemiológico de endemias establecidas a nivel local o de prevenir el asentamiento de otras, movilizadas desde diferentes regiones de Latinoamérica o desde otros continentes. Particularmente en el NEA se encuentran áreas de alta diversidad y riqueza de especies de moluscos, producto de condiciones climáticas y geográficas favorables, con gran diversidad de ambientes acuáticos y alta humedad ambiente.