Los libros y las bibliotecas tuvieron un lugar central en la vida de Guillermo Obbiols. Siempre conservó el carnet que lo identificaba como socio de la sala infantil de la Biblioteca Pública Central de esta ciudad así como el que obtuvo cuando era estudiante para acceder a esta misma biblioteca que a partir de hoy va a llevar su nombre. Quisiera, como ejemplo de su relación con los libros, hacer una brevísima referencia a uno que, creo, lo marcó profundamente. Muchas veces le escuché mencionar a lo largo de los años ese texto autobiográfico de Sartre, Las palabras, señalando con admiración que sus dos únicos capítulos fueran nombrados con las actividades a las que Guillermo dedicó la mayor parte de su vida: leer y escribir.