En este escrito repasamos algunos conceptos referidos al origen de la imagen en nuestra especie, y realizamos algunas reflexiones en torno a la manera en que es percibido el pasado paleolítico en la historiografía específica. Diferentes enfoques y miradas, aportaron visiones que permitieron acercarnos a un conocimiento más detallado del procedimiento productivo de esas imágenes, como de las posibles hipótesis sobre el uso de las mismas por nuestros antepasados.
Además, indagaremos en el carácter estético que tenían esas imágenes y cómo su consumo, muchas veces dentro de una ritualización de carácter extático, presentaba una otra experiencia del espacio y del tiempo, generando posibilidades perceptuales que estimularon nuestras áreas creativas y expandieron esa capacidad simbólica compleja (Stringer & Gamble,1995) que nos diferenció del resto de los homínidos, pensando la posibilidad de perdurar en el tiempo.
La primera imagen fue la huella para saber que otras más podrían ser producidas en ese registro. Estas acciones creativas, de los primeros de nuestra especie, generaron un aporte a nuestra experiencia como seres en el tiempo.