En muchos de los debates acerca de políticas educativas públicas suelen presentarse demandas de mayor igualdad y mayor igualdad de oportunidades, las cuales implican la afirmación de que el sistema vigente es injusto y debería por ende ser modificado. Estas demandas pueden ser expresadas en términos de un igual derecho a la educación o de un derecho a una auténtica igualdad de oportunidades educativas, expresiones que también se fundan en cierta noción, más o menos articulada, de la justicia. Algunos filósofos niegan, sin embargo, que pueda haber una conexión tal entre justicia, principios distributivos igualitarios y derechos de los ciudadanos, con lo cual invalidan al mismo tiempo su aplicación en el ámbito educativo. En términos generales, esos filósofos consideran que algunas o todas estas nociones son confusas y carentes de un fundamento apropiado, y por lo tanto no pueden constituir una guía adecuada para la elaboración de políticas sociales. Entre ellos se encuentra Richard Hare, quien analiza cuestiones de justicia en la distribución de recursos educativos desde una perspectiva utilitarista. A continuación, me ocuparé de presentar y discutir brevemente sus principales tesis.