A partir de su estreno a lo largo del mundo durante la década de 1990, el anime y el manga comenzaron a conquistar todos los mercados, y especialmente el último y más grande que aún se les resistía, los Estados Unidos. Nuestro objetivo aquí es trazar algunas líneas iniciales de investigación en la cual proponemos aproximarnos al fenómeno, y en particular, su impacto en el mercado argentino. A partir de la bibliografía existente es posible comprobar la presencia dominante del manganime importado en el país, pero también diferencias con respecto a los ejemplos anglosajones más estudiados. Nuestra hipótesis sostiene que si, bien la difusión y éxito de los productos culturales japonés ha sido una cuestión global, la realización en cada mercado estuvo atada a particularidades propias de cada caso, desde la historia de la industria cultural en cada país a las condiciones socioculturales que informaron la apropiación.