La construcción del miedo en el contexto de la Política de Defensa y seguridad Democrática (PDSD) en Colombia, entre los años 2002 y 2006, cuando Álvaro Uribe Vélez ejercía como presidente de la nación, giró en torno a institucionalizar unas amenazas y en ocultar otras; apelando al miedo como emoción primaria en oposición al uso de la razón.
Para lograr instituir ciertas amenazas adoptó el nuevo enemigo que lograron construir los Estados Unidos de Norte América (EE. UU.) luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001: el terrorismo. Las amenazas instituidas en el contexto de la PDSD fueron: 1. El terrorismo, 2. El negocio de las drogas ilícitas, 3. Las finanzas ilícitas, 4. El tráfico de armas, municiones y explosivos, 5. El secuestro y la extorsión y 6. El homicidio. Al lograr instituir las anteriores amenazas se negó la existencia del entonces ya largo conflicto armado; hecho que permitió justificar la arremetida bélica contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo (FARC-EP), ahora recién desarmadas por el acuerdo de paz que firmaron con el gobierno de Juan Manuel Santos en el año 2016.