La cuestión migratoria ha sido, tradicionalmente, un elemento de importancia en la agenda política estadounidense que ha desatado los más acalorados debates. Desde hace décadas, en Estados Unidos y en muchas otras partes del mundo, conviven contradictorias perspectivas acerca de la migración. Por un lado, existen sectores progresistas que tienen una visión positiva de la misma. Debido a ello, se muestran favorables a la implementación de políticas de apertura de las fronteras y de ingreso de migrantes, abogando por el reconocimiento de sus derechos humanos y por su integración en la sociedad de recepción. Por el otro, se encuentran aquellos grupos más conservadores que expresan su desconfianza hacia la figura del migrante, en tanto la ven como una posible amenaza para su nación. Desde este lugar, en materia migratoria, se favorecen los cierres de fronteras y las políticas restrictivas, así como un enfoque que prioriza la seguridad nacional. En el marco de este debate, cada gobierno implementa medidas que oscilan entre ambos extremos y que tienen impacto nacional e internacional.
El gobierno de Donald Trump (2017-2021) llegó al poder luego de haber hecho de la migración uno de los temas principales de su discurso de campaña. Durante este mandato presidencial, se aplicaron políticas que buscaron ejercer un control mucho más riguroso sobre la población migrante en los Estados Unidos, que provocaron la aprobación de los seguidores del presidente y fuertes denuncias por parte de sus críticos.
De esta forma, el presente trabajo busca, en primer lugar, describir la situación actual de la migración en los Estados Unidos, privilegiando el estado de su relación con la región latinoamericana y poniendo especial énfasis en la crisis de migrantes que está atravesando la subregión de México y Centroamérica debido tanto a causas estructurales de largo plazo como a las consecuencias de la pandemia de coronavirus. En segundo lugar, teniendo en cuenta los rasgos principales del populismo de derecha que encarna el presidente Trump, se identifica cuál es lugar que desde esa orientación política se le asigna a la migración. A continuación, se procede al análisis de las medidas tomadas por el gobernante republicano en materia migratoria y de sus consecuencias, para luego reflexionar sobre su naturaleza.