En este trabajo me ocuparé de un tipo de solución contemporánea al desafío del escéptico. Me parece útil aclarar primero qué sentido de escepticismo presupongo. Me referiré al escepticismo respecto del conocimiento empírico en general, y no respecto de algún área específica. Además, abordaré el problema tal como este es considerado contemporáneamente. El escepticismo contemporáneo es hijo de la duda metódica de Descartes y de los criterios cartesianos de conocimiento: conocer requiere certeza; sobre el mundo externo no es posible tener certezas; por lo tanto, no hay conocimiento del mundo externo. El escepticismo qué nace con Descartes no recomienda la suspensión del juicio, ni discute qué tengamos creencias; muchas de ellas inclusive serán creencias para las qué se podrá ofrecer algún tipo de justificación; el problema es qué no están suficientemente justificadas como para constituir conocimiento, y ninguna "justificación" es buena, porque siempre podemos equivocarnos.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)