El arroz es un cultivo que presenta una gran adaptabilidad a diferentes condiciones ambientales lo que le permite ubicarse como el de mayor difusión en el mundo (Arguissain, 2005). Las diferencias de productividad del cultivo, en gran medida se deben a variaciones en la radiación solar y la temperatura durante el periodo de maduración (Murata, 1972). La acumulación de materia seca en el grano es el resultado del transporte y la síntesis de fotoasimilados, influida fuertemente por la temperatura. Los granos resultan el principal destino, con altas temperaturas su crecimiento es mayor y en consecuencia aumenta la demanda de fotoasimilados. Las bajas temperaturas producen distintos efectos a lo largo del ciclo del cultivo, destacándose los retrasos en la floración y el incremento de la cantidad de granos vanos (Yoshida, 1973). Las altas temperaturas pueden producir esterilidad, por una pobre dehiscencia de polen o desecamiento de estigmas. Satake (1995) cita que con temperaturas entre 35 y 38ºC se ve afectada la viabilidad o dehiscencia del polen. El efecto de altas temperaturas acelera la madurez de las células del endosperma que actúan como conducción de fotoasimilados a las células mas alejadas. De esa forma se limita la conducción el interior del grano y quedan células parcialmente llenas que presentan las características de panza blanca (Libore, 2000). La temperatura de gelatinización y el contenido de amilosa están parcialmente bajo control genético aunque ciertos factores ambientales en especial la temperatura del aire afecta marcadamente su expresión (Okamoto and Horino, 1994). La radiación elevada, en cualquier etapa posterior a la iniciación de la panícula, se asocia con rendimientos más altos. Para obtener grandes rendimientos de grano debe lograrse un cultivo balanceado durante las diferentes etapas del crecimiento. Un cultivo balanceado se refleja en un elevado índice de cosecha (IC). En plantas altas con excesiva producción de materia seca vegetativa se reducen los valores de IC. Una baja energía solar y una elevada temperatura no permiten un IC elevado (de Datta, 1986). El objetivo fue evaluar las diferencias en crecimiento y calidad de grano en un cultivo de arroz en dos ambientes diferenciales.