Nuestra premisa es que el cambio de lógicas se traduce en el Trabajo Social contemporáneo. Esto conlleva una constante revisión de sus enfoques, siendo la hermenéutica una matriz teórica capaz de movilizar el saber a través de una política de lenguaje desplegada como acontecimiento y texto (en sus múltiples expresiones). Así, se hacen fructificar figuras discursivas, inspirando el potencial de compresión sobre lo que dicen y/o silencian en cualquier ámbito de realidad. Entonces, este artículo expone que mientras las figuras hermenéuticas, por el ejercicio crítico de la duda sobre contenidos históricamente situados, rescatan el sentido de luchas discursivas con que la disciplina busca desmantelar los intersticios de la cuestión social. De otro lado, sus antítesis se manifiestan en modelos analíticos y afirmativos, con cánones de verdad universales que normalizan el entendimiento y, por tanto, obstaculizan la emancipación del conocimiento. Eso, nos invita a revisitar las pretensiones de validez desde las que se significa y se les ha dado significado a enunciados y argumentaciones que distinguen a Trabajo Social dentro de las ciencias sociales y la intervención en lo social, alentándonos a de-construir el vacío ontológico de sus proposiciones, para interpretarlas y explicarlas en nuestros contextos de intervención e investigación.