El más reciente episodio del conflicto territorial entre Nicaragua y Costa Rica, surgido a partir del anuncio en agosto de 2009 de los planes nicaragüenses para dragar el río San Juan no es, lamentablemente, un acontecimiento aislado ni un caso excepcional en Centroamérica. Los conflictos territoriales han sido frecuentes, extensos, y han dejado ver sus consecuencias negativas en el proceso de integración regional debido a la desconfianza y tensión manifestada entre las partes.