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La problemática en torno a la construcción de las identidades sexuales en nuestra cultura constituye, actualmente, una cuestión que merece ser discutida y revisionada desde un posicionamiento crítico, por lo que retomaré algunas discusiones de la teoría feminista: la reflexión sobre el proceso de organización político-cultural de la sexualidad y su producción discursiva así como también la construcción de los géneros en sociedades machistas y hetero-cis-sexistas. El presente texto, de este modo, responde a la importancia -y al interés/deseo personal/profesional- de nombrar las formas y matices que adopta la sexualidad humana después de haberlas negado durante tiempo; de allí que sostengo como premisa fundamental que negar las identidades sexuales es negar la diversidad con la que se expresa la naturaleza humana. En este sentido, trataré de mostrar el modo en que la hetero-cis-normatividad se nos presenta -desde antes del nacimiento- como un condicionamiento que supone la determinación de una vez y para siempre de la sexualidad humana, y que la confesión -vinculada particularmente al proceso de normalización de la heterosexualidad obligatoria- aparece en la modernidad y en nuestras sociedades contemporáneas como un “ritual de producción de verdad” (Foucault: 2018); es decir, como un mecanismo discursivo para el disciplinamiento de los cuerpos, para el control de las formas de ser y estar -y por consiguiente, de experimentar la identidad sexual, el deseo, el cuerpo, los placeres- en la vida social. En definitiva, la idea central es que la hetero-cis-normatividad constituye el elemento fundamental para la suposición de que todas las personas, por sentido común, son femeninas y masculinas y que, de manera uniforme, el sistema binario de sexos actúa como fundamento para la definición discursiva -como parte de dicho proceso de naturalización- del sexo, el género, la orientación sexual y la expresión de género.
En inglésThe problematic around the construction of sexual identities in our culture constitutes, at present, an issue that deserves to be discussed and reviewed from a critical position, so I will take up again some discussions of feminist theory: the reflection on the process of political-cultural organization of sexuality and its discursive production as well as the construction of gender in sexist and hetero-cis-sexist societies. The present text, in this way, responds to the importance -and to the personal/professional interest/desire- of naming the forms and nuances that human sexuality adopts after having denied them for a long time; hence I maintain as a fundamental premise that to deny sexual identities is to deny the diversity with which human nature expresses itself. In this sense, I will try to show the way in which hetero-cis-normativity is presented to us - since before birth - as a conditioning that assumes the once and forever determination of human sexuality, and that confession - particularly linked to the process of normalization of compulsory heterosexuality - appears in modernity and in our contemporary societies as a "ritual of truth production" (Foucault: 2018); that is, as a discursive mechanism for the disciplining of bodies, for the control of ways of being and being-and consequently, of experiencing sexual identity, desire, the body, pleasures-in social life. In short, the central idea is that hetero-cis-normativity constitutes the fundamental element for the assumption that all people, by common sense, are feminine and masculine and that, uniformly, the binary system of sexes acts as the foundation for the discursive definition - as part of such naturalization process - of sex, gender, sexual orientation and gender expression.