La prevalencia de diabetes aumenta en forma continua tanto a nivel mundial como nacional como lo han demostrado las tres Encuestas Nacionales de Factores de Riesgo implementadas por el Ministerio de Salud de la Nación: en el período 2005-2013 aumentó del 8,4 al 9,8%. Esta condición se manifiesta primordialmente como diabetes tipo 2 (DMT2).
Habitualmente la DMT2 se acompaña de otros factores de riesgo cardiovascular (FRCV) que facilitan el desarrollo y progresión de complicaciones crónicas, responsables de su alta morbimortalidad, costo económico y deterioro de la calidad de vida. Aunque estas complicaciones pueden prevenirse mediante el control adecuado de la hiperglucemia y de los FRCV asociados, la mayoría de los pacientes no alcanza metas terapéuticas para lograrlo. Un importante factor que contribuye a este desarrollo es el frecuente diagnóstico tardío de la enfermedad, aún en presencia de valores glucémicos claramente anormales.
Conscientes de esta situación, en el año 2007 los ministros de salud iberoamericanos incluyeron entre las prioridades de la Agenda de Salud para las Américas 2008-2017 a las enfermedades no transmisibles, reclamando la urgente necesidad de implementar acciones preventivas para neutralizar su impacto. En este contexto, disponer de herramientas diagnósticas simples, efectivas y de bajo costo es de suma importancia. El cuestionario FINDRISC -desarrollado y utilizado por los finlandeses para su estudio de prevención primaria de diabetes- es un buen ejemplo de ellas.