La elaboración de un plan de estudios de cualquier temática que sea no consiste, como a veces se supones, en definir un conjunto de asignaturas y adjudicarles una secuencia temporal y una carga horaria a cada una. Todo lo contrario, esta tarea, para ser fructífera, solo puede ser la culminación de un largo camino previo que dé adecuado fundamento a la elaboración del futuro plan de estudios. Este fundamento debe ser elaborado y debe responder a al menos dos condicione de borde ineludibles, por un lado, tener definido qué conocimientos debe adquirir un futuro Ingeniero, para emplearlos en qué, dónde y cuándo y, por otro, las características del contexto en que este proceso de enseñanza-aprendizaje y la aplicación de los saberes adquiridos se planteen, lo que implica la tarea no menor de imaginar los escenarios actuales de la enseñanza y los futuros del ejercicio profesional, en un lapso no menor a treinta años.