A pesar de su amplitud y de las dificultades que, desde el primer momento, surgen en el estudio del niño, abordo complacido el tema por su siempre creciente interés, su perenne actualidad y porque, precisamente lo vasto del asunto, permite encararlo desde puntos de vista tal vez muy personales, pero no por eso menos sinceros. Tomaré al niño en una etapa reducida de su evolución ontogénica extrauterina: en la edad escolar y lo Ilevaré hasta la pubertad por la necesidad de arribar a algunas inducciones. Además, me referiré especialmente al niño promedio del de la provincia de Buenos Aires y de la capital de la Republica. Quizás mis conclusiones puedan extenderse a Santa Fe y Entre Ríos, dados los caracteres étnicos de la población y la indiscutible semejanza de los factores tanto biológicos como sociológicos. De esa manera, me dirigiria a un número superior, a la mitad de los niños del país.