Las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), según la clasificación de la Organización Mundial de la Salud, son la primera causa de muerte dentro de los países llamados desarrollados y en vía de desarrollo. Algunas de las patologías que se clasifican dentro de esta categoría, son las cardiometabólicas, como pueden ser la obesidad, hipertensión arterial, diabetes, infarto agudo de miocardio, entre otras.
En la actualidad las estadísticas son muy preocupantes y en lo que respecta al futuro peor aun. Hoy en día, en el primer lugar de morbi-mortalidad se encuentran las enfermedades cardiovasculares (17 millones de muertes en 2002) ascendiendo según OMS para el 2030 a 25 millones, seguido por el cáncer (7 millones), enfermedades pulmonares crónicas (4 millones) y la diabetes mellitus (casi 1 millón). Debido a este contexto se estima que para el año 2020, las ECNT explicarán el 75% de todas las muertes en el mundo, en especial en países en vías de desarrollo.
La gran mayoría de las enfermedades denominadas cardiometabólicas, se asocian directamente con un estilo de vida nocivo que predisponen a las personas a desarrollar este tipo de patologías. En los últimos 30 años, la población mundial se ha vuelto más obesa y menos activos físicamente, como resultado, hay una aparición de enfermedades asociadas con disfunciones metabólicas y cardiovasculares, tales como la obesidad, la diabetes tipo 2 y síndrome metabólico (Szostak, 2011).