LA universidad, en su carácter de institución social y educativa, contrae el compromiso de brindar las mejores condiciones a sus alumnos para que estos logren cursar normalmente sus estudios y graduarse. En otro artículo (Véase la revista Universidad Nº 44, publicada por la Universidad del Litoral, año 1960) he señalado las serias deficiencias pedagógicas que afectan a nuestras facultades y la necesidad de encarar este problema para ir adoptando las medidas concernientes a su solución. La insistencia sobre la preocupación pedagógica se desprende de la naturaleza educadora de la universidad. La atención de los problemas de estudio y personales de los alumnos constituye una tarea ineludible y sólo puede llevarse a cabo cuando la organización y conducción de cada facultad contempla principios pedagógicos sólidamente establecidos por las ciencias de la educación. En nuestros medios universitarios la pedagogía no merece confianza.