El elemento humano y los recursos naturales constituyen los pilares sobre los cuales descansa la prosperidad y el bienestar del mundo. Las naciones que posean mayor cantidad de habitantes, con un elevado porcentaje de individuos moral, intelectual y físicamente dotados, serán más adelantadas y progresistas, siempre, claro está, que cuenten, a su vez, con los suficientes medios que proveen los recursos naturales, especialmente los renovables. Los recursos naturales renovables están al servicio de la humanidad a perpetuidad, mientras se los aproveche racionalmente, lo que no sucede con los recursos naturales agotables que, una vez extinguidos, no pueden recuperarse. Dentro del concepto conservacionista, el elemento de mayor importancia en la protección de los recursos renovables es la vegetación, por lo que al proteger a ésta se defiende el clima, el suelo, las cuencas imbríferas, la fauna, los peces, etcétera. Esa vegetación se presenta en nuestro país, en diversas formas constitutivas.