Este es un tiempo de crisis, pero lo novedoso para los argentinos, es que esta vez el mundo entero está pasando momentos difíciles, con los grandes poderes inmersos en el caos y debatiendo el status quo planetario. El COVID-19 solo aceleró los tiempos de un proceso que ya estaba en marcha.
La pandemia, cuyos primeros casos se registraron en Wuhan, es un fiel ejemplo del efecto mariposa. Un evento puntual que cambió al planeta entero y que debería ser evidencia suficiente del poder que tenemos cada uno como individuos para cambiar, con nuestras actitudes cotidianas, el curso de la historia.
Este comentario debería ser el credo de todo argentino que quiera hacer patria e involucrarse con China, grandes cosas esperan para quienes creen y crean un gran destino. Estamos en un momento que Joel Barker llamaría una ‘situación de cambio de paradigma’, en donde entre otras cuestiones se debe resolver de manera indispensable cómo se relacionará el país con el mundo. Si es así, ¿resulta válido recurrir a la teoría de juegos para hallar las pistas respecto de cómo salir adelante en este momento tan peculiar?