Gracias a la Convención de Belem do Pará, la región cuenta hoy con un importante andamiaje jurídico tendiente a eliminar la violencia en todas sus esferas. Particularmente visibilizó la violencia en la política y, en consecuencia, sobre la obstaculización en el ejercicio de los derechos políticos de las mujeres.
En un proceso que todavía se encuentra en construcción, el reconocimiento, difusión y consensos logrados son necesarios para comprender la magnitud del problema y establecer mecanismos de prevención.