La reaparición de Sarmiento en el escenario intelectual de la República ha traido consigo el poder que él tuvo en la vida de producir una agitación fecunda, de ideas e inspiraciones. Si antes él solo engendraba la tormenta con el soplo de su pasión y de su temperamento formdable, ahora su memoria y su obra, vistas a dos decádas de su muerte, han realizado una verdadera reconstrucción de un siglo de historia nacional. Tal aparece esta conmoción de todo el pais, en vigorosa, valiente glorificación del nombre que ha simbolizaclo en nuestra breve centuria, más que otro alguno, la epopeya de la lucha, de la voluntacl, de la potencia creadora. La fiesta que hoy nos congrega en este recinto, consagrado ya por la tradición social argentina, es un bello fragmento de la vasta labor conmemorativa de este dia, y el ciudadano que habla expresa los votos de solidaridad y gratitud de la comisión popular de Buenos Aires, hacia las autoridades y corporaciones publicas y privadas y hacia los compatriotas y extranjeros que con ella comparten la magna apoteosis.