En el presente artículo me propongo abordar la temática del ecocidio que, al menos en los últimos cincuenta años, ha motivado múltiples y necesarios debates por parte de la comunidad internacional. Con este fin, realizaré un racconto de hitos históricos significativos vinculados a su desarrollo y progreso, para luego plantear el interrogante acerca de la posibilidad de que dicho fenómeno pueda —o no— ser configurado como crimen internacional. Por último, intentaré esbozar una conclusión significativa con el propósito de comprender el estado de situación del instituto bajo análisis, proponiendo para ello un enfoque que abandone la óptica puramente antro-pocéntrica en cuanto al abordaje institucional del ecocidio como tal.