Es habitual que la Unión Europea mantenga multitud de acuerdos con distintos países en muy diversos temas, siendo el combate contra el narcotráfico y sus delitos conexos uno de los ámbitos más activos en los que existe colaboración entre la UE y América Latina, ya que de esta parte del mundo es de donde tradicionalmente se ha originado el mayor flujo de drogas hacia Europa. Dicha cooperación data de la década de los 90 y ha evolucionado con el tiempo desde la ayuda proporcionada por la UE en materia de desarrollo humano, hasta la idea de corresponsabilidad de las partes en el control de la oferta y la demanda de la droga, unido con el convencimiento de que hay que actuar en el conjunto de la cadena delictiva y no sólo con la implantación de acciones concretas, sino de políticas integrales que abarquen todo el espectro.