En este artículo me propongo analizar los modelos planteados por Madrazo para interpretar el pasado pampeano. El objetivo es examinarlos desde dos perspectivas. La primera, contextualizada en el momento de la producción de estos, es decir en los siete años que van de 1965 hasta 1972. Este lapso abarca desde que comienza a trabajar en la región hasta su renuncia a la dirección del Museo "Dámaso Arce" y al Instituto de Investigaciones Antropológicas de Olavarría (de aquí en adelante IIAO), momento en el cual finaliza sus investigaciones pampeanas1 y se traslada a Jujuy. La segunda perspectiva desde donde propongo examinar sus contribuciones es la de la arqueología contemporánea, discutiendo cuáles de las ideas de Madrazo perviven hoy en día, y que es lo que de ellas ha derivado.
Mi visión no es ecuánime ni objetiva, como ninguna lo es, ni tampoco trata de serlo.