Los delitos ambientales cubren la gama de actividades que infringen la legislación ambiental y causan daños o riesgos significativos al medio ambiente, la salud humana o ambos. Los delitos ambientales pueden definirse ampliamente como actos ilegales que dañan directamente el medio ambiente, es posible incluir dentro de estos delitos al comercio ilegal de vida silvestre, comercio ilícito de desechos peligrosos, pesca ilegal, no reglamentada y no declarada, la tala ilegal y el comercio asociado de madera robada.
No obstante lo dicho anteriormente, la definición de "delito ambiental" no está universalmente aceptada, a menudo se entiende como un término colectivo para describir las actividades ilegales que dañan el medio ambiente y tienen como objetivo beneficiar a individuos, grupos o empresas de la explotación.