Siguiendo la normal evolución de la mentalidad humana á la que nos ha sido dable observar en su marcha ¡ primero vacilante é indecisa, luego firme y resuelta, hasta cumplir sus ideales de provecho y beneficio mundial, con la conquista de la verdad; asi también hemos podido observar la evolución de los conceptos como frutos de aquella mentalidad. Los conocimientos que el hombre ha adquirido desde la edad primera en que se halló sumido en la mayor obscuridad y casi abandonado á sus propios esfuerzos, para la desigual lucha con la colosal naturaleza; se han ido elaborando de una manera metódica y ordenada por espíritus descollantes en su época; que constituyeron el foco de luz que disipó en parte las densas tinieblas reinantes.
Pero es preciso cumplir con el deber de hacer resaltar una vez más que esos conocimientos, no por ser muchos de ellos erróneos y defectuosos carecen de mérito. Todo lo contrario; fueron los toscos labradores que se encargaron de abrir el surco donde se arrojaría la simiente que había de dar por fruto el saber.