Ciertamente, la ciencia parece avanzar más que los deseos de la multitud. Las mismas instituciones, no advierten los grandes inventos en lo que tienen de útil y aplicativo. ¿Cómo explicarse, sino á pesar de la propaganda y los treinta años de comercialidad, que los aparatos de proyección, vida de las palabras cuyos valores el niño aprecia cuando es un prisma de imágenes, no constituyan el primer útil de la escuela primaria? Son fenómenos que tienen, sin duda, una explicación.