Hacia 1982, comenzó a gestarse de manera clandestina en la ciudad de Buenos Aires un grupo de alianzas sexo-políticas, que luego, en 1983, dio lugar a la formación del Grupo de Acción Gay (GAG). Tomando como punto de partida sus múltiples intervenciones en la emergente cartografía política de la posdictadura argentina, nos interesa reflexionar de manera crítica sobre sus prácticas a partir de un análisis de los recursos, tanto discursivos como visuales, materializados en volantes, revistas, collages, grabados, banderas, etcétera. En ellos reconocemos un conjunto de estrategias poético-políticas que proponen tráficos, usos desviados y contaminaciones al orden heteronormado del imaginario visual de la política de izquierda a través de montajes maricas de imágenes residuales donde se yuxtaponen signos de la cultura de masas, la pornografía, el rock y el punk. Entendemos estas imágenes como dispositivos de subjetivación crítica que presionan de manera afirmativa sobre la potencialidad disruptiva de la alteridad que representan ciertas existencias corporales y prácticas sexuales donde comienzan a diagramarse políticas de resistencia frente al llamado asimilacionista de la homosexualidad en una incipiente democracia neoliberal.